Quiero exponer la situación por la cual estamos atravesando con nuestra familia. La semana pasada recibí en mi domicilio una carta anónima con amenazas de muerte hacia mi persona y mi familia en la cual entre otras cosas me obligaban a abandonar el Hospital y Saladillo. Por todo esto quiero comentar unas cuestiones:
Primero, ninguna amenaza cobarde va a hacer que deje mi lugar de trabajo al que considero mi segunda casa y en donde dejo mucho de mi tiempo y mi salud en pos de mejorar una institución que amo, y mucho menos la ciudad en la cual crecí y elegí para formar una familia y desarrollar mi profesión.
Segundo, la bajeza de amenazar a mi familia habla de la o las personas que hicieron esto.
Tercero, la gente que me conoce sabe como me manejo, siempre desde el respeto, la honestidad y tratando de dar respuesta a las situaciones de salud que uno puede intervenir.
Cuarto, voy a llegar hasta las últimas consecuencias para que el/la/los responsables tengan el castigo que se merecen el cual está tipificado en el Código Penal y no es excarcelable.
Confío en la Justicia y estoy seguro de que va a salir a la luz quien hizo esto y el porqué.
Agradezo a todos los que me han mandado su mensaje de apoyo y de aliento para seguir con más empuje que nunca en la linda tarea de la gestión. Y particularmente a mi familia, amigos y policía local por el acompañamiento.