En la esquina de Avenidas Belgrano y San Martín, se encuentra el templo parroquial…
…»De acuerdo a los planos proyectados por el Ing Agote el nuevo templo responderá a la «línes clásica de tamaño relevante» con 56 m de largo 18 de frente, una altura hasta el cielo raso de mas o menos 11 m, más la bóveda. Tendría un crucero de 28 m x 10 m, y la torre se elevaría a 55 m. Se consideró que por todos sus detalles estaría incluida entre las primeras de la Provincia. Un verdadero «monumento». No de gusto el Ing Agote, al mencionarla decía «la Catedral».
Su construcción fue preparada en tres etapas, que facilitarían, en cierto modo, la materialización del conjunto.
El 15 de agosto de 1909 se coloca la piedra fundamental. Se agrega en el interior del foso un pergamino alusivo al acto y se procede a su bendición, fue ubicada a la altura del Altar Mayor, conforme el ritual.»
«De inmediato se procede a levantar las paredes, hasta una altura de alrededor de 15 m, trabajo que debió ser interrumpido en junio de 1913, a raíz de una aguda crisis que soportó el partido.
En 1919 se puede retomar el trabajo. Es en 1922 cuando se llega a la altura del edificio para colocar las 12 cabriadas. Sobre el montaje de las cabriadas, el maderaje con una cubierta de papel ruberoit, formaban el techo y por su parte externa planchas de pizarras. Esta construcción se mantuvo hasta el año 1954, que por acción del tiempo debió renovarse.
Luego se colocares los vitraux distribuidos así: tres en el presbiterio, dos en cada uno de los cruceros; seis en cada pared lateral y dos en la pared que da al coro. Todos estos de 3,15 m por 1,40.
Entre los dos vitraux del coro se encuentra un gran rosetón de 3 m. de diámetro. En las entradas bajo el coro cuatro mas chicos de 2,65 por 0,80. Cada uno presenta un medallón con imágenes del santoral.
Se inició enseguida el revoque interior. Carece de naves y ello da lugar a que toda su capacidad este formada por un ambiente; solo dos espacios laterales, formando el crucero modifican su corte rectangular. Observado el edificio a vuelo de pájaro, una cruz perfectamente trazada, marca su arquitectura.
Por el frente interno, se inicia con el amplio abside o presbiterio, con una superficie de 72 m2 aproximadamente, cuyo limite en linea quebrada da cabida al Altar Mayor alli instalado.
A más elevado nivel que el resto del piso, ya que sucesivamente, van marcándose ocho escalones, dando lugar a que el sacerdote, desde un plano superior, domine el recinto durante las ceremonias.
Los escalones son de mármol blanco. A ambos lados sendas puertas de madera llevan a la sacristía y a la contra sacristía. El presbítero se encuentra limitado por el comulgatorio o mesa eucarística. Emplazados ya fuera y a los lados del comulgatorio, se elevan los altares de la Inmaculada Concepción y del Sagrado Corazón. A partir de allí arrancan las paredes laterales del recinto propiamente dicho, se inician con puertas que comunican al Bautisterio una y otra a la sala auxiliar.
Las paredes lisas en general carentes de molduras, cortadas de tanto en tanto, por anchos pilares, donde se asientan las cabriadas del techo. Están revestidas con revoque imitación piedra. Colocadas a mitad de su longitud, otras dos pesadas puertas laterales, dan salida al exterior.
Al fondo, a la derecha e izquierda debajo del coro, amplios espacios o entradas, en uno de los cuales se encuentra la escalera que lleva hacia el coro, del lado opuesto depósito para elementos diversos.
Dando salida al vestíbulo, tres puertas, la del centro, mayor. A los costados dos mas chicas a vaiven y por fin otra externa que lleva a la salida definitiva, Un conjunto de diez puertas de madera, de cedro paraguayo cada hoja lleva una cruz en alto relieve del mismo material.
Sobre esta pared abarcando toda su longitud, el coro, amplio, provisto de baranda en material, piso de mosaico, al que se llega por escalera de hierro en caracol.
El cielo raso, de material hecho en mezcla de yeso y cemento, en color natural, se mantuvo por muchos años.
El piso de mosaicos en blanco y negro de 20 x 20 cm colocados en diagonal; cada cinco metros cuadrados, una lápida de mármol blanco, indica el nombre del donante. El de los cruceros en igual material y forma, en más alto nivel que el resto, cuenta con escalón de mármol blanco.
Interior: posee siete valiosos altares de mármol blanco, con inscrustaciones de ónix, rosa o verde, con motivos de otros mármoles, algunos de origen extranjero (Italia y España). Entre otros se destaca el Altar Mayor, de una belleza y buen gusto ponderable a todas luces. Tres nichos ocupados por imágenes, desde el centro la Virgen de la Asunción, preside las ceremonias cuya presencia data desde la creación de la Parroquia. En los laterales están las imágenes de San José y Pedro.
La parte superior termina en elegantes cúpulas coronadas la del centro por la cruz. Debajo del nicho central el templete para exponer el santísimo de mármol finamente trabajado, rodeado de columnitas de diversos colores. Mas abajo el Sagrario, lugar donde se reservan las formas consagradas provisto de una puerta de bronce dorada con motivos cincelados, cierra esta cavidad.
La santa mesa de mármol blanco, asentada en vistosas columnas. En la parte inferior del altar se observa un cuadro de 1,45 por 0,80 de mármol blanco, donde se halla esculpida la escena de la Ultima cena de evidente valor artístico.
A ambos lados completando el friso, primorosas imágenes de los Santos Apóstoles trabajadas al relieve en mármol blanco sobre fondo de ónix. Motivos en hojas y frutos en rosetones realizados en trabajo similar, están distribuidos a lo largo del mismo.
Altar mayor: en el crucero de la izquierda se ha emplazado otro bellísimo altar, segundo por su tamaño, con tres nichos igual que el Altar Mayor. En este se conserva el sagrario que perteneció al primer templo, con puerta de bronce dorada y cincelada. En cada uno de los nichos se hallan la Virgen de Loreto, San Luis y San Judas Tadeo.
Distribuidos a lo largo del templo hay cinco altares mas, todos de Carrara.
Sobre la escalinata que lleva al abside esta el comulgatorio todo de mármol, siendo el pasamanos en blanco de Carrara, las columnitas en verde de los Alpes con incrustaciones de ónix, friso y fondo de los capiteles del mismo material que el pasamanos. Los pilares revestidos con ónix verde de ambos lados, llevando aplicaciones alegóricas, trigo y uvas, hechas en blanco, sobre el frente que da al pueblo. Construido en dos tramos con espacio libre de 80 cm más o menos para su acceso.
En el presbiterio, tres sillones de caoba torneados. Allí se conservan de pie en sus astas de bronce las banderas Papal y Argentina.
Provista de tres confesionarios de madera de cedro con delicado trabajo de ebanistería, dos fijos.
Distribuidos en su recinto, cuatro reclinatorios en cedro y terciopelo rojo.
Cuenta con alrededor de ciento cincuenta bancos de madera en tipo uniforme, que datan desde su inauguración.
Vía Crucis. En marzo de 1930 fueron donados catorce cuadros de las estaciones que hizo Jesús camino al Calvario.
A cada lado de la puerta mayor de acceso, al interior, están dos valiosas y elegantes pilas de mármol blanco, para agua bendita.
El Templo Parroquial que conocemos actualmente (2004) fue inaugurado el 23 de octubre de 1927.
Fuente: Parroquia de la Asunción de Saladillo. Reseña de los primeros cien años de vida parroquial. 1865 – 15 de agosto – 1965 por Carolina Buren de Silvestre-
Fotos: Ricky Kimmich