por Patrick Maingard
Aquí les relato lo sucedido con mi campo y que tristemente veo que existen cosas no muy claras de parte de las autoridades de Saladillo
Sí, efectivamente es una triste historia.
Mi padre tenía mucho campo en Saladillo, 12.000.hectáreas aproximadamente, incluyendo San Pedro, el Centinela, entre otros.
Yo me ocupaba de los campos mientras mis padres y mis hermanos estaban en París.
Mis padres, Guy Maingard y mi madre Delia Alvarez de Toledo envejecieron y se quedaron en Francia mientras que uno de mis hermanos, Josselin Maingard, se aprovechó de la vejez y senilidad de mi padre y le hizo firmar un poder para disponer del campo en Saladillo. De esta forma tomó hipotecas poniendo de garantía los campos, pero sin cancelar las hipotecas, estafando a la familia y quedándose con el dinero. En mi desesperación e impotencia, yo trabajaba muy duro en la producción del campo pero no llegaba con mi esfuerzo a levantar las hipotecas, y por esa razón se fue perdiendo todo, salvo este pequeño pedazo de tierra, heredado de mi padre, al cual le dediqué mi vida, y ahora estoy defendiendome de quien me quiere usurpar, y de la Injusticia de la Ley que no me da respuesta.
Verás cómo la historia se repite: mi hermano Josselin, que estafó a la familia quedándose con el dinero, es el padre del usurpador actual, Alejandro Maingard, que se quiere quedar con mi campo.
Es así que sólo quedó el campo de Estancia Polvaredas de 817 hectáreas.
Yo me seguí ocupando de la Estancia Polvaredas que era una S.A llamada » Estancia Polvaredas Grandes S.A » y puse mi hacienda propia para trabajarlo. De esto ya hace 30/35 años
Mi padre aún en su vejez y senilidad mantuvo el poder a favor de mi hermano, que continuó vendiendo hectáreas hasta disminuir el campo en más de 550 hectáreas aproximadamente. Mi padre pidió, como legado de herencia, que se dividiera lo que quedaba del campo, en 4 parcelas, una para cada hermano.
En el año 2000, a pedido de mi padre, se firmó un convenio entre hermanos para la entrega de lotes, en vida de mi padre.
Mis dos hermanos vendieron en el año 2004 sus respectivos lotes, mi hermana falleció, y yo me quedé con el lote del casco que era más grande, de 200 hectáreas por ser campo tendido y una gran parte monte monte improductiva.
Según ese convenio me entregaron la posesión de mi parcela, a través de un documento firmado ante escribano. Entonces sólo quedaba mi lote puesto que ellos ya habían vendido sus parcelas.
Mi padre, en vida, solicitó que se disolviera la sociedad, previendo que tras su muerte podría haber conflictos, como el que lamentablemente ocurre ahora con la usurpación de mi campo. Mis hermanos se guardaron los libros de la S.A de mala fe con la excusa de disolverla, según instrucciones de mi padre, que aún vivía, ya que la totalidad de las tierras se habían dividido entre los hermanos. En el 2001 fallece mi padre y luego, en el 2006 fallece mi madre.
Luego de reclamar reiteradamente los libros de la S.A que representaba mi lote de campo a mis hermanos y a Miguel Aranda, quien los representaba, que en la S.A. Desgraciadamente no pude obtener que me los entregaran argumentando ellos que dicha S.A debian ellos disolverla.
Al fallecer mi madre en el 2006 mi abogado me aconseja declarar esa sociedad ya que mis hermanos habiendo retenido los libros, aún podían seguir vendiendo mi lote, por lo que me vi obligado declararla en la sucesion en aquel entonces en el 2006 fecha en la cual se abrió la sucesion
De ahí en adelante vino el problema ya que mi campo quedó a nombre de de la S.A.
Pasaron los años y el juez pedía la disolución de la S.A pero no aparecían ni los libros ni las acciones que aún estaban al portador por lo que seguí así y desgraciadamente me despreocupe ya que el juez en varias ocasiones, luego de un incidente que presenté, les negó categóricamente la posesión. Así que inicié una prescripcion adquisitiva para poder obtener la titularidad de mi campo ya que declaraban mis hermanos haber extraviado los libros.
Mis hermanos fallecen y entra nuevamente en sucesión la parte de mis hermanos. La S.A quedó inactiva luego de la venta que efectuaron mis hermanos y sin movimiento , se cayó el cuit y visto que las acciones estaban al portador no tenía mucho sentido reflotarla así que seguí una prescripción adquisitiva que inicié en el 2017 y 2018.
En el 2018 y a mis espaldas, sin avisarme, mi sobrino , un tal Alejandro, solicita al juez de la sucesión la autorización de tramitar la inscripción de las acciones, un mero trámite societario que en ningún momento implicaba apoderarse de mi lote de campo que lleva el mismo nombre de Estancia Polvaredas. Siendo la S.A una persona jurídica que podría tener en su activo el capital resultante de las ventas y/o de los campos que ellos recompraron en Azul y en Entre Ríos.
No habiendo autoridades desde el 2005 , mi sobrino alude que los hijos de mis otros hermanos le cedieron las acciones ya que aparentemente la S.A estaba inactiva y no tenía más activo que el capital que ya se habían cobrado. Con tal motivo hace una asamblea solo y se auto nombra presidente de dicha S.A a espaldas mías e incluso del juez del sucesorio Mi sobrino se vale ahora para venir a Usurpar mi propiedad de ser supuestamente Presidente de la S.A que esta aún caída, sin inscribir y sin tampoco tener cuit el que ya había caído desde hacía años. Es decir que se vale de ser Presidente ante distintas autoridades de Saladillo, de una S.A que no existe y de la cual las acciones al portador no existen.
Es notable la estafa procesal que realizó para valerse de ella y venir a apoderarse de mi campo, de mis animales, de mi casa, violando mi domicilio.
o pudo inscribir las acciones en la IGJ ya que no puede justificar que de repente aparecieron los libros los cuales fue a comprarlos a la librería y son falsos sin valor legal.
En resumidas cuentas, aparece mi sobrino en Saladillo exhibiendo un papel del apoderado de mis otros sobrinos y diciendo que es el Presidente de la S.A y se mete de prepo en mi campo usurpandolo a mano armada, rompiendo el candado y facilitando la llave de un candado nuevo a la persona que me alquilaba (Aldo Serafin) ordenándole no entregarme la llave del campo porque con este engaño, decía que él era el supuesto propietario, molestando a mi inquilino con amenazas de armas de fuego. Y divulgando a en todo Saladillo que me iba a pegar un tiro si yo me acercaba al campo.
Así empieza la usurpación por parte de este sobrino , Alejandro Maingard.
La denuncia que hice en el destacamento de Polvaredas , me la tomó un tal Gonzalo Gauna quien también en esa ocasión le tomó una denuncia a Aldo Serafin quien declaró el grado de agresividad que tenía este Alejandro, quien andaba armado y amenazandolo al igual que decía por todo Saladillo que si entraba a mi campo me pegaba un tiro en la cabeza.
La denuncia por usurpacion, la hice en el destacamento de Polvaredas el día 04 de Abril de este año bajo el IP 060100069119/100. Y tramita en la Fiscalía Número 02 en lo Penal a cargo de la Fiscal de Saladillo.
Al no tener respuesta de legal desde hace 6 meses, decidí visibilizar el problema y pedir ayuda a los medios. Tengo hacienda en mi campo que no puedo cuidar, al igual que mis caballos que este señor usurpador inventa ahora que son de su propiedad y dispone de ellos . Me violó mi domicilio , en donde tenía mis cosas personales, dinero, documentos y objetos personales, muebles de la sucesión que nos habíamos repartido entre hermanos en su oportunidad y demás cosas que representan recuerdos de mis padres y de mi vida.
Pedí ayuda en Asistencia a la víctima, con la Dra Novela, quien me hizo un escrito pidiendo constatar el estado de usurpación, es decir que pueda ir a constatar el estado de mi casa, y también el faltante por robo .
No he tenido respuesta aún, porque el Expediente va y viene de la Fiscalía a la Comisaría, y cuando intento consultar, no está disponible.
Es angustiante la situación ya que esa es mi única vivienda; como soy electro dependiente y en el campo no hay electricidad, con lo producido del campo (que hoy no tengo) alquilo un departamento muy chico en Buenos Aires por cuestiones de salud, y al haber perdido mi único ingreso, mi salud está en riesgo, y estoy privado de mi capital.